La Sala Repvblicca Resurge de las Cenizas con SÔBER y Baja California...
El 29 de marzo por fin volvíamos a la legendaria Sala Repvblicca en Mislata, Valencia, que tras su injusta y sorpresiva clausura, y despues de una ardua batalla legal con el ayuntamiento, volvió a abrir sus puertas para acoger a los fieles del rock. La noche prometía ser intensa, con Sôber como cabeza de cartel y Baja California como teloneros, y no defraudó.
A las 21:00 en punto, las puertas se abrieron, una puntualidad que fue recibida con vítores por la gente ansiosa que estaba haciendo cola.
Los asturianos Baja California fueron los encargados de calentar el ambiente, y lo hicieron con una descarga de hard rock que resonó en cada rincón de la sala.
Desde el primer acorde de "Caída Libre", la banda demostró su poderío. "Buscando Más" y "Blanco y Negro" siguieron, manteniendo la energía en lo alto. Manu, el vocalista, se entregó al público, animando a cada alma presente con su voz rasgada y su carisma arrollador. El repertorio incluyó clásicos como "Indomable" y "Años Atrás", pero el broche de oro llegó con "Dueños de la Noche" y "Electricidad", tema que da nombre a su último trabajo y que dejaron al público extasiado.
Tras un breve intervalo, el escenario se preparó para el plato fuerte de la noche: Sôber. La banda irrumpió en escena con fuerza arrolladora. Bernardini, Manu Reyes y Jorge Escobedo tomaron sus posiciones, y finalmente, Carlos Escobedo se unió a la fiesta, desatando una ovación ensordecedora.
"La Prisión del Placer" abrió el espectáculo, seguida de un medley de "Morfología" y "La Araña", un golpe directo a los corazones de los fans. Sôber se entregó al público al 1000%, sin reservas, creando una conexión mágica que se palpaba en el aire. Carlos Escobedo anunció que era "El Día de la Liberación", y la multitud estalló en júbilo. "Blancanieve" y "Tic Tac" mantuvieron la llama encendida.
El duelo de guitarras entre Antonio Bernardini y Jorge Escobedo fue un espectáculo aparte, un derroche de virtuosismo que dejó a todos boquiabiertos. Para bajar un poco la intensidad, Carlos anunció un "Eclipse", y la banda interpretó el tema con una emotividad que conmovió a la sala. Pero la calma duró poco, y la potencia volvió a desatarse con "Tiempo", "Arrepentido" y "La Nube". Manu Reyes, a la batería, demostró una vez más por qué es considerado uno de los grandes.
Uno de los momentos más memorables de la noche fue cuando sonó "Estrella Polar" y Carlos se mezcló entre el público, cantando entre sus fans. La entrega de la banda fue total, y la respuesta del público, ensordecedora. Para "10 Años", Carlos invitó a Manu de Baja California al escenario, y juntos protagonizaron un dueto épico. "Náufrago" y "Loco" pusieron el broche final a una noche inolvidable.
Sôber, como siempre, no defraudó. La banda demostró una vez más su poderío en directo, su conexión con el público y su capacidad para crear una atmósfera mágica. La Repvblicca, renacida de sus cenizas, fue testigo de una noche de rock que quedará grabada en la memoria de todos los presentes.
CRONICA Y FOTOS: LORENA METALHEART